martes, 30 de marzo de 2010

Camino hacia una nueva vida.

-Bú!-dijo alguien.
-¡¡Ahh!!-gritó mamá.
-¡Soo, Sami! Jajaj-grité en un susurro-¡Están aquí!
-¿De veras? Claro, no me digas. ¿Es que me quieren matar de un susto?-jadeó mi madre.
-¡Alex! Que felicidad verte-chilló Sami.
-Lo siento señora madre de Alex-dijo Soo bromeando-no era nuestra intención...o sí?
-Ja-Ja, muy graciosa, andando niños que debemos salir cuanto antes de California-respondió ella.
Aceleramos el paso, lo empezé a sentir en mi pie doblado que me pedía piedad y una silla. Llegamos al aeropuerto en menos de siete minutos. Los conté. El lugar estaba atestado de gente. Nos acercamos a un mostrador donde mamá solicitó los pasajes que había encargado. Me aproximé a ella para informarle lo de sus ahorros.
-Mamá...-comenzé.
-¿Qué ocurre? Aguarda un minuto que la señorita cajera debe darme el cambio- respondió sonriendo (falsamente, por cierto)
-Ah!Sí, si el cambio, el cambio...¿cuánto me había dado usted?-dijo la cajera.
-Es que yo tengo tus ahorros, los tomé pensando que podíamos necesitarlos-le dije en uno poco audible.
-¿¡De veras!?-sonrió ella- ¡Hija, no sabes lo bien que nos viene ese dinero! ¡Con eso completo para la casa que pensaba comprar!
-¿Cuánto dinero hay allí?-pregunté sorprendida.
-Cerca de treinta mil-gritó.
-Ya mamá, baja la voz. ¿O quieres que nos roben?- le repliqué- no son tiempos de hace dos días. La gente está desesperada por salir y nuestros propios vecinos son capaces de asaltarnos y lastimarnos con tal de marcharse.
-Tienes razón. Oh, Renata llora ¿Quieres ver que le sucede?-dijo.
Volteé a Renata, mientras lloraba, tratando de callarla cantándole una canción de cuna.
-¿Cuándo fue la última vez que le diste de comer?- dijo Sami.
-Amm, creo que no ha comido desde que llegó a casa a eso de las...cincode la tarde. Sí, pero no puede tener hambre. Yo no como hace más y no tengo-dije.

-¡Alex!, tú si que eres tonta. LA bebé no siente el hambre como tú. Ella debe comer- dijo sorprendida de mi inutibilidad.
-Oops! Creo que había olvidado ese detalle, Mamá mencioó algo de cuatro horas y...-empalidecí.¡ Renata iba a morir de hambre por mi culpa!
-Sami, pronto. Acompáñame a ese comercio de allá. ¡Tienen que tener leche!!
En medio de mi desesperación y los llantos de Renata, Sami corrió hacia el puesto y volvió enseguida con un cartón de leche.
-No vendían-jadeó-pero una chica llevaba una en el bolso y le expliqué la situación y me la dio-dijo-De acuerdo no me la quería dar pero terminó cediendo.
-Sami...-dije.
-Ok, ok, no me la dio, ni le expliqué. No importa. Renata es lo importante-sonrió.
-Jaja, Sami estás bien loca-le dije. Gracias por todo (L)
La leche no estaba caliente, pero daba igual, estaba tibia. La abrí y Renata comenzó a beberla medio a las apuradas. Pero bueno, al fin quedó saciada y se durmió.
-¡Alex!¡Vamos! EL AVIÓN- dijo mamá.
-Sí, ahí vamos-contestó Sami.
Sujeté a Renata con fuerza y tomé mi valija. Paso a paso; Sami, Soo, Alejo, Mamá, el hermano de Soo, Renata y yo caminamos por el corredor que llegaba al avión, alejándonos cada vez más de Califoria y embarcándonos en una nueva vida.

lunes, 29 de marzo de 2010

Pero el amor es más fuerte

Miraba por la ventana, al tiempo que recordaba el poco tiempo que estuve en California. "¿Una semana? No, creo que dos. Si, eso. Definitivamente fueron dos" . En ese poco tiempo, descubrí el verdadero sentido de la amistad, descubrí el amor, y el desamor. La obsesión, la muerte. Todas esas cosas en unos 13 o 15 días. ¿Era eso posible? Sí.
Me consolaba el echo de que vería a Sami y Soo en el aeropuerto. Una nueva vida nos esperaba, de eso no había duda alguna. Praga: sonaba tan melódico. Mi nuevo hogar según mamá estaba en República Checa. O sea al otro lado del mundo. Europa, nunca había ido allí; aunque dicen que siempre hay una primera vez para todo. En fin, el auto avanzaba en la noche, todo estaba muy silencioso. El silencio y la quietud, acompañaron mis pensamientos durante 27 kilómetros hasta el aeropuerto. En eso, mi esperanza volvió a nacer al ver la Luna. Hacía días que no la veía y eso me tenía bastante inquieta. Verla allí resplandecer frente a mi era una delicia en un momento como ese "Y decían que los milagros no existían" claro que los hay. El amor por ejemplo, yo lo considero una magia muy humana. Es sobrenatural los sentimientos tan complejos que se pueden sentir por una persona, animal y hasta un objeto. En efecto siento los tres tipos de amores y uno más: el amor por la naturaleza. Me siento tan llena cuando puedo ver mis recuerdos en fotos, videos, dibujos. Incluso al recordarlos, solo en mi mente o anécdotas. Mi diario es mi mayor fuente de recuerdos. Está lleno de dibujos, fotos, recortes. Tengo cerca de ocho. Gracias a Dios que los tengo todos juntos, atados. Si no hubiera agarrado solo el actual y ahí si... ADIÓS RECUERDOS, ADIÓS FOTOS Y ADIÓS RECORTES. El auto se detuvo y al ver para todos lados pude ver que habíamos llegado. El motor reculó y se apagó, bajamos del auto en silencio y agarré a Renata. Alejo bajó mi valija del baúl del auto "Gracias a Dios que tiene rueditas" en ese sentido no me podía quejar. Había agarrado mi valija de viaje, ya me era costumbre estar huyendo de un lado a otro y no solo de lugares, sino también de situaciones. Caminando por la oscuridad, tropecé con una roca o qué sé yo. El caso es que me torcí el tobillo y cáí al suelo con valija, Renata y todo.
-¡Alexa!-dijo mamá en un susurro- ¿Quieres hacerme el favor de comportarte? No es momento de payasear.
-Claro mamá, doblarme el tobillo y caer es mi nuevo pasatiempo ¿no sabias?-respondí irónicamente.
-¿A que sí? No te hagas la lista conmigo, niña. Y camina más rápido que en una hora sale nuestro avión. Ya reservé los pasajes. ¿Quieres saber por qué vamos a Praga?-respondió.
-Si me lo dices, te lo agradezco Alejandra- dije.
-Eran los únicos seis boletos que quedaban para salir hoy del país. Si no podríamos haber ido a Italia, pero Samantha y Sofía vienen con nosotras. Alejo, querido quires apurar el paso- dijo mamá.
-Voy delante de ti- mamá.
-¿Cómo? ¿Entonces quíen está detras...?

sábado, 27 de marzo de 2010

Just Do It.

Hola chicas perdon por no escribir en meses (o semanas?) No lo sé, el tema es que ando muy bajoneada con mal de amores! Que voy a hacer? Tiene novia pero es una maldita que no sabe lo quq quiere y lo va a herir el es tan inocente...Bueno cuando eso suceda yo estaré ahí. Pensé en modificr la historia o darle lo que mi profe de Literatura llaama un "cambio en la acción" Alexa se volverá a mudar porque las cosas en su país no marchan bien y su padre... bueno hay algunas sorpresas respecto a eso. Les juro que les compenso todos los días perdidos, ME perdonnaaann? :( USh qe me siento triiste por uds y mi corazon tmbn! :( GRacias por estar leyendo todo este tiempo! Me puse muy contenta cuando me enteré que había tenido 110 visitas. En serio que es mucho para mí, saber que entraron sólo a ver mi historia, les agradezco de corazón. No las aburro más y paso a la historia. gracias a todas de verdad (L)

Miré a mi lado, Renata dormía profundamente. No comprendía como podía ser tan pacífico verla allí descansando, me generaba una incomprensible paz. En medio de mi paz, algo sobresaltó. "¿¡Una explosión!?" Provenía de la calle, entonces me asomé por la ventana y vi una protesta, gente corría, gritaba, caía. Era un caos. Tomé a Renata y Corrí a trancar las puertas y a bajar las persianas. Casi enseguida el teléfono sonó. Era mamá.
-Alexa! Pronto ayuda a tu hermano y hagan los bolsos debemos irnos- gritó.
-¿Qué? Mamá ¿¡Qué ocurre!?.-lloriquée.
-¡¡NO preguntes solo hazlo!!-gritó.
Me quedé sola llorando junto al TU-TU del teléfono. Corrí al cuarto de Alejo y lo vi haciendo un bolso.
-¡Dime que ocurre!-dije
-Estalló una revelión, las personas protestan por una organización gubernamental. Destruyen todo y no lo pensarán dos veces antes de volar nuestra casa. ¡Apresúrate!- gimió. Estaba llorando.

Practicamente volé a hacer mi bolso, aunque con pocas cosas. Mi lap, mi diario, unas fotos de mi familia, de mis amigos, mi libro preferido, algo de ropa mía y de renata. Estaba casi lista cuando recordé : Mamá tenía como ahorros de su juventud. Sólo en caso de emergencia. Y esta lo era. Corrí hasta donde estaba y guardé el dinero en mi riñonera debajo de mi campera. Noté que era algo más de diez mil pero no lo contaría ahora. Bajé las escaleras corriendo y recordando mi casa, por última vez. Pensé en Sami, Soo, Nico, Facu, Gonzalo. ¿Estarían ellos cuando volviera si es que lo hacía? El pánico me invadió, pero no podía arriesgar a mi familia, Seguramente ellos habrían huído. Entre todo el griterío, escuché una bocina especial, la del auto de mamá. pero sonaba del lado del jardín. ¿Cómo?
Alejo y yo fuimos a la ventana.
-Pronto, salten! Tienen todo??-dijo.
-Claro que si!-dijo Alejo.
-Que esperan entreen!-siseó ella.
Alejo tiró los bolsos afuera y despues saltó el, tomó a Renata y en el momento que en que yo iba a saltar la puerta tembló violentamente y la ventana se bajó, aplastando mi campera. No podía salir ni abrir la ventana. Otra vez la puerta cedió un poco en una nueva sacudida. Me quité la campera y rompí el vidrio con la mano, cortándomela. Gemí al ver la sangre pero un nuevo golpe me hizo volver a la realidad. Pasé por el vidrio rooto y me tiré dentro del auto, ahogando el grito de una nueva cortada, esta vez en la pierna izquierda. Cerré la puerta del auto y le puse el seguro.
-Alexa te encuentras bien ?- dijo Alejo.
-Si, si, mi pierna sangra mucho. Pásame tu bufanda-le dije. ¡Pronto!
La até a mi pierna, deteniendo la hemorragia. El auto se puso en marcha y rompió la cerca del jardín. Pude ver por la ventana, como un grupo de inadaptados destruían mi hogar. Mamá presionó el acelerador y nos metimos por los patios traseros de los vecinos hasta dar con una calle vacía a la que no habían llegado todavía. Lloré, pensando en que cada vez que ellos rompían un vidrio de mi casa, quemaban un mueble, rompían una prenda de ropa y desojaban mis libros, destruían mis recuerdos, MI VIDA.
-Alexa! Escúchame, ya deja de llorar. Samantha y Sophía nos esperan en el aereopuerto, ellas y el hermano de Sophía, vienen con nosotras
-¿De veras!?Gracias al cielo están bien. Y sus padres?-dije.
-Están desaparecidos, pero la madre de Sophía me pidió que llevara a sus hijos y a Samantha a un lugar seguro, ella habló con la madre de Samantha.
-De acuerdo... ¿a dónde vamos?-dije.
-Al aeropuerto y de ahí vamos a República Checa, más exactamente a Praga.
-¿Y eso en dónde queda?- respondí sorprendida.