viernes, 7 de mayo de 2010

Monotonía

Me desperté con mucha pereza y a duras penas llegué a la ducha. Luego de bañarme, me fui a despertar a Sami y Soo que dormían como marmotas mientras afuera hacía un día espléndido en la nueva ciudad. Luego de casi media hora de torturas psicológicas (para ellas) y reclamos para mí, logré mi cometido y ambas se levantaron. Bajamos a desayunar donde mamá nos esperaba con el salto de cama puesto y todo.
-Muchachas-dijo- ¿les gustaría conocer la nueva ciudad?
-Claro!-contestó Sami.
-Genial, me visto y vamos.
Mamá se vistió y yo fui por Renata a buscar el coche, sóla no podía quedarse. Salimos a la calle del tranquilo barrio, casi no había nadie. Pocas personas nos miraban curiosas, a la vista no encajábamos entre las casitas hogareñas, nuestro estilo demasiado del norte. Caminamos hasta llegar a una gran plaza, recorrimos monumentos, museos, bares e incluso colegios. Hasta que mamá se decidió por uno que a todas nos agradó.
Era un grand edificio muy bien conservado a pesar de eso los años se hacían notar en su arquitectura. Tenía árboles dentro del colegio, o sea en el patio. Era todo muy precioso. Muy al aire libre, con bibliotecas, teatros y demás.
Cansadas ya, volvimos a la casa. OTra vez un día rutinario y monótono, aunque mucho más divertido.
Me recosté en la cami y abrí la notebook y me conecté a ver si estaba él. Pero ni rastros de Gonzalo. Cerré los ojos y su cara invadió mi mente. De tanto pensar, las lágrimas se apelotonaron en mis ojos, empañándome la vista. Lloré en silencio, lo extrañaba demasiado. Había sido tan corto pero tan intenso todo. Casi no lo conocía y sentía mucho miedo de no volver a verlo.
-Nueva vida...- me susurré- trata de calmarte Alexa.
Otra vez yo hablándo sola, como siempre. Ya a nadie le importaba escucharme, casi siempre que abría la boca era para decir idioteces. Sólo tenía que cambiar, esta ocasión era perfecta. Pensé en mi casa ¿cómo habría quedado luego de la revelión? Todos estaban tan nerviosos.
De repente un ataque de pánico me paralizó. La foto de papá ¿la abría guardado? Revisé todo mi cuarto y no la encontré. Entre en desesperación, no lo podía creer. Llorando alto vino mamá a ver que ocurría. Le expliqué la situación y ella me calmó enseguida. "La tengo yo en el álbum familiar" dijo. No podía creer que lo había traído. Nunca lo había visto ese álbum e incluso había llegado a dudar de su existencia. Se lo pedí para verlo, pero mamá se negó.
-¿Qué tanto misterio con ese álbum?-dije.
-No importa, no tienes que verlo y punto- respondió.
A regañadientes le pedí que me lo diera pero fue inútil. Mamá se retiró de mi habitación dejándome sóla con la mejor idea que se me podría a ver ocurrido: robar el álbum y ver que tanto misterio encierra.


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Paseen! Es lo mejor :) JAja . LEs gustó? Perdon por no publicar hace mucho! PEro tengo tantas ideas en la cabeza que no sé por donde empezar!